Kenia duele.
Más de lo mismo, decenas de vidas apagadas por unos pocos que así lo decidieron.
Por mas que la realidad nos bombardee con noticias de muerte, no me quiero acostumbrar a las masacres, no me quiero acostumbrar a las desapariciones, no me quiero acostumbrar a esas palabras.
Los terroristas que cometieron la masacre de Kenia son islámicos, esto no significa que millones de creyentes islámicos sean terroristas. Viven día a día, trabajando, estudiando, y no tienen porque cargar con los crímenes que cometen algunos fanaticos que profesan la misma religión que ellos.
De esta manera, a algunos medios y gobiernos pareciera que les duele Kenia pero les incomoda México, porque no sufren las ausencias, ellos miden las masacres por su costo y beneficio. No miran a la víctima, sino su relación con el victimario.
El mapa del dolor trazado por estas muertes no conoce de fronteras ni religiones. El asesinato de estudiantes duele en Ayotzinapa, en Kenia y en cualquier lugar donde haya personas con sangre en las venas y empatía en su corazón.
Es muy cierto lo que dices. Pareciera que algunos medios y gobiernos se rasgan las vestiduras para poder criticar al islam (y generalizar erróneamente a los islámicos) para justificar sus fines. Pero México, claro, como incomoda. Como quisieran algunos que se olvidara Ayotzinapa y seguir con la farsa.
Cada persona muerta en Kenia es una tragedia a la que tampoco me quiero acostumbrar. Gracias por destacarlo aqui. Un abrazo fuerte.
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Abrazo!
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Hi Julie. There seems no limit to mans cruelty and coldness! But surely he has not learned to live in peace even after thousands of years of endless conflict death and misery! Thank you for liking my poem Goodness Within! Peace and Best wishes. The Foureyed Poet.
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