Ruqia Hassan

Ruqia Hassan

Ruqia Hassan

Yo no sabía tu nombre de flor del desierto
de Siria, y hoy lo pronuncio con el aliento triste
de la muerte abriendo la puerta a la lista
interminable de nombres de mujer con aroma
de jazmines, grito
de majestuosa dignidad, “mejor morir, morir,
que vivir humillada
 —dijiste— por esos tipos
que nos imponen su poder
”.

Yo no sabía tu nombre, el que abre la esperanza de los pueblos
y la libertad de sus mujeres. Ruqia Hassan,
asesinada en Raqa. “Seguramente
seré detenida
y decapitada —
lo sabías—,
pero conservaré mi dignidad”. Y al corazón
del mundo
llega el aliento de tus últimas palabras; y enmudece
el mundo
porque
tu juventud está hecha
de sabiduría y honradez,
de la belleza imparable de la vida
que otra vez, ¡ay, el alma y la memoria de Hypatia de Alejandría!,
harán sangre en sus manos aquellos que interpretan
los designios de los hombres y los deseos de Dios
para justificar sus crímenes en todas las ciudades
y los pueblos ocupados. Contra ellos
nada valen tu valor y el conocimiento de la filosofía,
pero saben que puede más que ellos la verdad que ilumina
tus sólo treinta años contra el totalitarismo de velos
y nicabs negros, crucifixiones,
decapitaciones, torturas,
flagelaciones públicas en las plazas de Raqa,
la ciudad que está siendo aniquilada
silenciosamente.

El valle del Eúfrates se ahoga en sangre;
yo no sabía tu nombre ni la alegría de los pétalos blancos
de sus letras, y ahora tengo en mis manos
todo el terror que desangra a Siria y no sé qué hacer
con las bombas aliadas
ni con el horror del Califato. Tú estás muerta
y tu muerte defiende nuestras vidas, pero sé
que no será suficiente
si seguimos callados ante el crimen.

Julio González Alonso
lucernarios.net


Con tristeza ante la realidad, comparto este poema con los lectores de Arte y denuncia, para hacer notar lo que está ocurriendo a nuestro alrededor. Un poema del extraordinario poeta Julio González Alonso, que me ha conmovido intensamente. Ruqia Hassan se adentra en nuestras vidas, nos habla de lo que está pasando. Es importante que reflexionemos ante su muerte. Ruqia Hassan tenía 30 años, fue acusada de espionaje y asesinada por decir la verdad, murió en manos de los yihadistas por contar lo que estaba pasando en su ciudad.
Julie Sopetrán

8 comentarios en “Ruqia Hassan

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