Zoo de Guadalajara, España. Foto: JS.
No sé
de dónde viene la luz que enmarca el zoo
cada mañana.
Entre los viejos árboles y a contraluz,
me envuelven los colores casi todos blancos,
verdes, azules, nuevos…
Sus reflejos encienden poesía.
No sé
por qué amanezco en el zoo. No tengo prisa.
Las marmotas ramonean las plantas,
excavan su madriguera invernal
siempre en pareja.
Los pavos reales me siguen perezosos,
parece que meditan cada paso
bajando la cabeza
hasta sus propias huellas; presumen de discretos
y guardan su abanico
entre las plumas.
No sé,
no me preguntes por qué mi animal favorito:
la cabra, se empina sobre sus patas traseras
para no dejar hoja
entre los huecos de las alambradas.
Nos saludamos a distancia,
nos conocemos desde siempre y nos miramos
como si fuera la primera vez.
No sé
por qué se encarcela a las palomas
grises, blancas, azules, negras,
con un cielo de alambre,
con vallas de cristal y filamentos rígidos
que maltratan sus alas
sin clemencia.
No sé, no sé
por qué está tan sucio el zoo,
agua estancada, cieno, ciervos sobre el tarquín
o el barro, sin nada que rumiar, sin hierba
que vigorice su cornamenta,
su belleza, anquilosada entre los barrizales.
No sé.
No sé por qué el zoo ya no es un jardín animal,
lo que se exhibe es trágico, triste, tétrico.
¿Pues qué puedo aprender de jaulas sucias
de animales maltrechos, encarcelados,
cautivos, rendidos ante mis ojos húmedos?
No sé
de dónde viene la luz cada mañana.
El mono capuchino me mira,
está sentado en una piedra, está solo,
se tapa los ojos, ya no sabe jugar,
me hizo recordar una música de infancia…
Dice que está muriendo,
le digo: mira al cielo y déjate envolver
por los colores de la mañana…
Y no sé, no sé
si me hará caso.
©Julie Sopetrán
Tristes los zoos, y magistral tu poema que lo denuncia. Se palpa. Un abrazo.
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Muchas gracias Isabel. No se deben tener animales secuestrados en lugares que ni siquiera limpian. Es un verdadero crimen. Gracias por tu lectura.
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Me has hecho recordar cuando era pequeña e íbamos al zoo con mi padre, todo el mundo parecía feliz pero a mí me daba mucha pena que todos se rieran de los monos…
Un abrazo
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Sí, a mi también me daba pena ver a los animales encerrados… Al principio, como novedad los cuidaban, pero ahora la mayoría están abandonados y dan muchas ganas de abrir las jaulas y dejar a los animales libres… Un abrazo y gracias por venir a leer.
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Reblogueó esto en Espacio de Arpon Files.
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Muchas gracias por compartir, amigo. Un abrazo.
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Bello y triste poema, de los zoo, pues simplemente verlos en las jaulas, revelan el maltrato y suvrobo de libertad.
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Mokattz, sí, es bello y triste precisamente por eso, porque carecen de libertad esos animales que debieran estar en su habitat libres. Gracias amiga, un beso.
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Te aplaudo por este poem tuyo. Besos a tu alma.
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María del Mar, muchas gracias por venir a compartir esa tristeza de los animales sin libertad. Mi abrazo fuerte.
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bonito!! dentro de una tristeza felina encajonada
beso julie
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Gracias Luces y Sombras, mi cariño y abrazo para ti.
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igualmente!!
beso
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También mis lagrimas afloran tras la escena tan triste que dibujas tan magistralmente.
Les han robado su libertad a esos animales, su entorno no es exactamente lo que necesitan y que lamentable que les permitan seguir así.
Gracias mi Julie.
Un poco tarde pero aquí estoy.
Te dejo un abrazo muy fuerte. Gracias por levantar la voz ante esta injusticia para los animalitos que no hacen otra cosa que alegrarnos la vida. Pero en esas condiciones. Difícilmente lo harán.
Besitossss
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Así es, Esperanza, difícilmente podrán estar contentos estos animales del zoo. Me da mucha pena de ver cómo mueren lentamente sin libertad, sin su hogar verdadero… Gracias por venir a leer. Mi abrazo fuerte.
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Hace tiempo que no voy al zoo, antes íbamos para entretener a los chicos. También hay espacios más grandes, donde parecían estar menos encarcelados, pero realmente es triste su hacinamiento. Bonito y sentido poema, gracias Julie por mostrarlo y compartirlo en estas páginas. Otro besito,
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Hola Medi, Me alegra mucho verte en este espacio. Y comparto tu opinión. Ojalá los responsables se den cuenta de su error y dejen a los animales en libertad. Mi abrazo y cariño.
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Julie, los zoológicos son horribles. Cuando era niña los miraba con cierta curiosidad, pues te podrás imaginar que en mi isla no hay muchos animales. Luego de la matanza de los críos de los leones, me dio una rabia tremenda. La «excusa», no tenían cómo mantenerlos. ¡Mentira! Pudieron regalarlos a cualquier otro zoológico en los Estados Unidos. De todos modos, los animales no deben estar encerrados, ni deben permitir a los seres humanos a que vayan a su hábitat a cazarlos. Los animales están para alegrarnos la vida, pero todo lo dañamos. Gracias por denunciar esto a través de tu arte.
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Estoy totalmente de acuerdo contigo Melbag, y es muy triste, hoy en mi tierra, pasearse por el zoo, y ver la acción de ese doble animal que es el ser humano. Sin piedad, sin compasión, permite la atrocidad de este maltrato y abandono de los animales…que, hasta los niños más sensibles perciben. Gracias a ti, por leer este espacio que nos permite denunciar lo injusto. Mi abrazo y cariño.
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Un abrazo de vuelta y cariño para ti.
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Gran poema, Julie. Gracias.
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