Juega a ser lo que quieras ser. No busques
diferencias entre lo que eres y serás. Irás
creciendo como los árboles que ahora escalas.
Aráñate las rodillas y los pantalones. Magúllate
las mejillas. Las cicatrices de la piel serán caracolas
del tiempo, ocultas bajo la arena en el fondo de la piel.
Juega a la pelota, a las canicas, a los cromos, a las pistolas,
a las cartas y a todo lo imaginado. Inventarás otros nuevos juegos
y criaturas. Comparte juegos, aunque te cuelguen motes delante, o
detrás, del nombre. Súbete a él y colúmpiate. Cuando llegue el verano
alguien gritará un nombre por la ventana. Se repartirá a recado por nombre
y sobrará algún chicle. Saboréalo. Sabe a sandía y a verano de infancia.
Autor: Gema Albornoz
Ha aparecido un cuerpo — Emociones encadenadas
Sobre el terreno busco
pistas para respaldar
esta rabia con palabras.Moderan el par de minutos
en la cama, la ilusión
voluntaria, la exclamación
de la pantalla y el trago
de sangre. Intercede la
melancolía navideña y
tres pasos más.Ninguna de ellas me concilia
con esta realidad en la que
hay que soñar para que ningún
criminal sorprenda a alguna
chica en una esquina, en una
calle, en una carretera,
en un portal, en un parque.Otro cuerpo hallado, otra víctima
mortal, otro asesinato porviolencia machista.
Soñar otra posible existencia.
Juzgar el poder de ser muerte
de una vida que no les pertenece.
Manifestar rechazo.
Gritar un hasta cuándo.Llevo dos días intentando
poner palabras al deleznable
hecho que se repite cada
cierto tiempo:una mujer pierde
la vida
por ser mujer.Y sigo sin entender
por qué.Y sigo maldiciendo
por qué.
a través de Ha aparecido un cuerpo — Emociones encadenadas
Germen
Un estornudo se despide
en, apenas, un segundo.
Podría recorrer hasta
cuatro metros. Podría
permanecer en el aire
durante cuarenta y cinco
minutos. Numerosos sucesos
podrían ocurrir en un segundo,
por ejemplo, que otra mujer
sea asesinada. El recuerdo
de este caso podría ser
inferior al tiempo
que persiste un estornudo
en tu habitación.
¿Cuántos estornudos?
¿Cuántas mujeres asesinadas?
Nuevos futuros
Que la desesperanza en la humanidad me salpique la sangre , mas libra a mis trémulos ojos de ver.
Equivocarte en el trazo de tantas formas que
deshacerlo no sea lo suficiente, sino que se deban
crear nuevas formas para arreglar el entuerto.
Apostar tantas veces al caballo perdedor que le
salgan alas a los lomos y pueda trotar por
nuevos prados de universos desconocidos.
Romper tantas veces la línea de la razón que
se la trague el agujero negro y su ciénaga
hermana, mas todo lo que se sumerja en ella.
Equivocarte, apostar y romper con los prejuicios
y contradicciones. Volver a ellos para asirlos,
volverlos a negar, volverlos a negar, negar. ¿Ya?
Las jaulas de Trump
Un titular del periódico
ha hecho rodar mi pluma
hasta el suelo. La punta se
ha doblado. La única forma que
tenía de enderezarla ha sido con
mis dientes. La tinta me ha llegado
a las manos. No sé bien, si de la pluma
o de la escabrosa noticia con las jaulas de Trump.
Gema Albornoz
[Leer en Emociones encadenadas]
a través de Las jaulas de Trump — Emociones encadenadas
Manifestación tras la sentencia
«Because men are men, and women are women. We must not fly in the face of nature».
«Are Women People?», 1915.
Alice Duer Miller.
Cinco puntas de estrella clavadas en mis ojos.
La custodia de mi espalda
la ejerce mi igual.Volví a escuchar a
aquellos fantasmas de 1915.
Me susurraban que estaba loca, que
acallase mis neuras y no gritase fuera
de mí —contra natura.Pasé mi brazo por el suelo,
me deshice de mis ropas y
extendí la mancha del flujo de mi sangre
y mi silencio, haciendo una senda un río.
Despertaron como mariposas sanguinolentas
y echaron a volar. Me quedé desnuda, herida y con
los malditos fantasmas del pasado —pasado, que
nunca fue mejor—, malditos. Lucho por mi propia
humanidad, mientras hay hombres que van contra ella.Me levanto y alzo mis manos vacías.
Alguien paga un precio y alguien es el precio,
así ha sido hasta ahora. ¿La furia también será ciega?Cinco puntas de estrella clavadas en mis ojos,
quien me las quita, se las coloca como insignia
y ambos poseemos, con ellas, una distinción.
Sucesos de un 9 de abril
Declaran un nuevo incendio forestal en Galicia.
El eucalipto declarada especie no invasiva.
Cuarenta y cuatro accidentes en un fin de semana.
Los números 9,28, 40, 42, 43 y 47, complementario 37, reintegro 2
regalan más de 2 millones de euros en la Bonoloto.
Unos cuantos conductores dan positivo en drogas.
El cielo está nublado y hay probabilidad de precipitaciones.
Dos grupos radicales se apalean en una calle.
La policía interviene 400 kg de marihuana.
Un joven lía un porro y se lo fuma bajo el sol.
Una pandilla discute sobre el lugar donde cenar.
Una enferma ingresa sola en el hospital.
Tengo que pasar la tarjeta sanitaria de mi madre por la farmacia.
Una cuenta bancaria da el pésame.
El papa Francisco publica una exhortación apostólica sobre la santidad.
Una pareja se persigna —alarmada— ante un beso
de dos hombres dos mujeres un hombre y una mujer.
Las temperaturas bajan.
Se condena el uso de las armas.
Otro nuevo tiroteo en parte del mundo.
Aparece un nuevo vídeo de un gol de chilena a metro y medio del suelo.
Un niño uniformado entra a clase otro recorre las calles descalzo.
Un acusado de maltrato sale indemne por las puertas de un juzgado.
Otra mujer asesinada. ¿Cuántas van este año?
Se reactiva la alerta ante el viento la lluvia la crecida del río.
Se compra una firma para un documento oficial.
Abro un correo con sucesos que me son ajenos
hasta ser parte del titular.
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