NOS SIGUEN FALTANDO 43

De la relación de Arte y denuncia con los hechos de Ayotzinapa

NOS SIGUEN FALTANDO 43

Fue hace ocho años, resultado de la indignación que nos embargaba al escuchar la triste noticia de que 43 jóvenes, todos estudiantes de la Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa, pueblo duro de Guerrero, habían desaparecido.

Teniendo en la memoria que faltaban pocos días para que se cumpliera otro impune aniversario de la barbarie de Tlatelolco de 1968. Sí, también hubo estudiantes involucrados, y, en ambos casos fueron crímenes de Estado.

Carla Paola Reyes y el que escribe esto, intercambiamos opiniones con respecto al caso Ayotzinapa: por inverosímil que suene, en pleno siglo XXI, volvía a ocurrir un hecho ignominioso para el gobierno de este vapuleado país. El gobierno en turno era el de Enrique Peña Nieto y la desaparición de los estudiantes fue durante el periodo de transición que atravesaba el país después de la estúpida guerra contra el narco que inicio el expresidente Felipe Calderón. En pocas palabras, ocurrió en un contexto violento.

Como mexicanos que somos, de alguna manera teníamos que alzar la voz. Ya no son tiempos para refugiarse en mutismos heredados y soportar por lo bajo otro golpe. Sin considerar rencores atávicos y después de idear de qué manera podríamos generar consciencia a través de las diferentes disciplinas artísticas, fue como creamos este blog: Arte y denuncia. Lo dotamos con una identidad que se refleja en la frase «Manifiesto de consciencia artístico». Después invitamos a artistas y autores de México, de Latinoamérica y del mundo a denunciar a través del arte todas esas injusticias que nuestros sentidos perciben minuto a minuto, día a día, año tras año.

A la par de la trágica historia de Ayotzinapa y después de ver y repudiar la manera en que el gobierno quiso manejar la situación, Arte y denuncia cumple ocho años de actividad. No hemos olvidado el «Ya me cansé» del exprocurador Murillo Karam que al momento de escribir esto, se enfrenta a la justicia por su mal fantaseada «Verdad histórica».

Y por supuesto que no podemos olvidar a los 43 jóvenes:

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Nos siguen faltando…

Los invito a refrescar la memoria para mantener vivo el recuerdo de los desaparecidos. En este enlace se pueden ver todas las entradas referentes al tema.

#Ayotzinapa

Todas las pérdidas (#JusticiaParaClaudiaMatilde)

Todas las pérdidas
se vuelven una,
se aglutinan
en un llanto,
en una furia,
en un dolor.

Y el grito
por las que no están
es suprema indignación.

Todas las pérdidas
se vuelven una,
se materializan
en un rostro,
en un nombre,
en una petición.

Y la exigencia
por quien ya no está
se vuelve una demanda
inmediata,
superlativa,
en una obligación:

tráiganlo aquí.


Claudia Matilda Farrera Esponda falleció el 18 de diciembre de 2020, en Jiquipilas Chiapas, México, víctima de feminicidio. Su esposo y presunto asesino, Jesús Humberto N, escapó y se busca para ser llevado ante la justicia.

Pueden mostrar su apoyo en la página facebook.com/justiciaparaclaudiamatilde desde su lugar de residencia, tomando una foto con el hashtag #justiciaparaClaudiaMatilde:

#UnDíaSinNosotras

En México, el próximo lunes 9 de marzo, las mujeres han convocado a un paro nacional en protesta por los feminicidios y la violencia contra la mujer en el país.

La indignación se apoderó de la sociedad tras dos recientes asesinatos, de una mujer y una niña, que el New York Times explica de la siguiente manera:

«La mujer, Íngrid Escamilla, de 25 años, fue apuñalada, desollada y desentrañada, y la niña, Fátima Cecilia Aldrighett, de 7 años, fue secuestrada después de salir de la escuela, su cuerpo fue encontrado posteriormente en una bolsa de plástico».

Les comparto esa cruda descripción y los invito a leer el siguiente artículo del mismo diario para mostrar cómo un medio internacional ve y explica la situación de violencia contra la mujer en México y el próximo paro nacional: Un día sin mujeres en México como señal de protesta (https://www.nytimes.com/es/2020/02/27/espanol/america-latina/un-dia-sin-nosotras-mexico.html).

¿Qué significa el paro nacional?

Ninguna mujer en oficinas ni escuelas. Ninguna mujer en restaurantes y en tiendas. Ni en el transporte público, en los automóviles ni en las calles. Ni tampoco en las redes sociales. Un México sin mujeres, por un día.

La idea es hacer patente nuestra ausencia si nos mataran o desaparecieran a todas. Un día sin mujeres, viralizado con el hasthag #UnDíaSinMujeres, busca mostrar esta realidad.

Como editora de los blogs colectivos Arte y denuncia y Salto al reverso, no publicaré nada ese día y me ausentaré de mis labores administrativas de ambos sitios y de las redes sociales en general. Invito a las autoras de ambos blogs a solidarizarse y no publicar nada el 9 de marzo. Los hombres deberían seguir publicando en los blogs y haciendo sus labores cotidianas para hacer más visible nuestra ausencia.

Como en todos los aspectos de la vida, yo tengo la creencia de que, desde nuestras trincheras y con una convicción apasionada, podemos luchar por el cambio y nuestra voz será escuchada.

Desaparezcamos a manera de protesta este 9 de marzo para hacer visible el daño despiadado que el asesinato y la violencia infligen a las mujeres de México y de todos los países.

La insoportable brevedad del ser mujer*

Por: Mayté Guzmán Mariscal

No se nombra lo que no se conoce. La maldad con la que se aniquila la vida de menores y mujeres, en particular, no tiene nombre. Algo debe estar podrido en quien no tiene escrúpulos para infligir semejante daño a una criatura inocente. No es humano quien detona un arma a sangre fría, quien viola, quien tortura, quien mutila, quien apuñala sin que le tiemble la mano. Y ni hablar de las cifras, que desafortunadamente resultan ser un indicador que la realidad siempre supera: mayor número de desapariciones, feminicidios, infanticidios, secuestros, asesinatos. Sé que tengo que escribir algo, no sé exactamente qué ni con qué fin. Quien lea estas líneas solo podrá sentir la rabia, la impotencia y la tremenda conmoción que intento expresar.

Los titulares se han llenado con las opiniones de los expertos en culpar, revictimizar, criticar, desinformar. Sobra decir que los medios de comunicación tienen todo que ver en este declive social. Lo cierto es que todo falló en el cruel asesinato de la pequeña Fátima, y en el de Ingrid, y en el de la bebé Karen, y… Pero es que hace años que todo falla.

Es imposible que esta cadena de feminicidios se cometa a manos de dos personas solamente. Yo no me lo creo, y esa justicia a medias no debería calmar nuestras conciencias. Detrás de estos incesantes crímenes hay una inmensa cantidad de cómplices, muchos de ellos de cuello blanco, a quienes el peso de la ley jamás ha incomodado. Y qué hay que hacer, cómo debemos actuar, a quién podemos recurrir, cuánto más tendremos que soportar.

Reconozco, ahora que soy madre, que el día en que me anunciaron el sexo de mi bebé inconscientemente sentí alivio de que no fuese niña. Tengo claro que nacer y ser mujer no es un castigo. Y sé que si hubiese parido una niña la amaría igual, aunque no hubiese podido evitar esa terrible sensación de temor por haber traído al mundo un ser más vulnerable que la otra mitad restante. Porque si somos vulnerables como mujeres evidentemente es una cuestión más allá de nuestro deseo. Es porque el capitalismo y patriarcado se ha cebado con nosotras, por el simple hecho de ser dadoras de vida. Es su venganza, es la sinrazón. Al menos eso parece.

Nadie puede llegar a entender el dolor que sienten las madres a quienes les han arrebatado a sus hijas, ni el daño irreparable que una pérdida en esas circunstancias ocasiona. Por ellas y por todas nosotras, debemos frenar esta violencia. Debemos recuperar el espacio público, un espacio que también es nuestro, llenar las calles, cuidarnos entre nosotras, y nunca más vivir con miedo.

En estos días leí un post con una idea muy cierta: las mujeres vivimos pretendiendo que no se nos noten las arrugas, las estrías, las lonjas, etcétera. La lógica del “que no se nos note” llegó al tal grado, que tampoco se notaba cuando nos agredían, nos violaban, nos desaparecían o nos mataban. Pero una situación así es insostenible en el tiempo. Teníamos que decir «¡basta!». Y lo hicimos, sin embargo, no ha sido suficiente.

Sí, México es un país feminicida, asquerosamente machista y misógino. Que todo el mundo lo sepa. ¿Y después qué?

Como sugerí en un artículo anterior, nunca deberíamos responder que nos provoca miedo nuestra condición de género, mucho menos avergonzarnos ni despreciarnos por ser mujeres. La voz y la palabra son armas de construcción masiva. Alcemos entonces nuestras voces, nuestros gritos cargados de futuro. Digamos «¡BASTA!».

*A la memoria de todas y cada una de las niñas, adolescentes y mujeres que han sido asesinadas en México.

Las jaulas de Trump

 

Un titular del periódico
ha hecho rodar mi pluma
hasta el suelo. La punta se
ha doblado. La única forma que
tenía de enderezarla ha sido con
mis dientes. La tinta me ha llegado
a las manos. No sé bien, si de la pluma
o de la escabrosa noticia con las jaulas de Trump.

Gema Albornoz

[Leer en Emociones encadenadas]

a través de Las jaulas de Trump — Emociones encadenadas

Tres estudiantes de cine…

¿Será cierto?
«Tres estudiantes de cine
son asesinados
y disueltos en ácido

por el narco»,
así reza el titular.

Me destruye leerlo
a las nueve a eme
con un café con leche.

Qué poco puedo hacer.
Votar en la dirección contraria
o no sé…
¿servirá de algo?
Dejar mis letras
para conmemorar
un nuevo horror,
la tragedia mierda
de ver tres vidas
disueltas
por ‘error‘.

Inenarrable,
incomprensible.
Oh, México…
dolor.


«Asesinados y disueltos en ácido los tres estudiantes de cine desaparecidos en Jalisco»: Miembros del Cartel Jalisco Nueva Generación confundieron a los alumnos con sus rivales en la región.
https://elpais.com/internacional/2018/04/24/mexico/1524532515_935757.html

#19S

Fotografía por Alejandro Juárez @AleJuarezA

Sin paz, sin palabras.
La poesía no está,
solo la desgracia.

La ciudad semeja
un campo de batalla.

Atrás y al frente,
edificios dañados,
derrumbados,
rodeados
de desalojados,
damnificados,
pero también
de voluntarios,
manos ayudando.

Hombres y mujeres
que quedaron
enterrados.
Animalitos
y… niños…
atrapados.

¿Cuándo es que acaba
el horror y la alarma?

¿Cuándo es que cesa
la alerta sísmica?
Y la alerta psíquica…
¿cómo se acalla?

#terremoto #México