Sin paz, sin palabras.
La poesía no está,
solo la desgracia.
La ciudad semeja
un campo de batalla.
Atrás y al frente,
edificios dañados,
derrumbados,
rodeados
de desalojados,
damnificados,
pero también
de voluntarios,
manos ayudando.
Hombres y mujeres
que quedaron
enterrados.
Animalitos
y… niños…
atrapados.
¿Cuándo es que acaba
el horror y la alarma?
¿Cuándo es que cesa
la alerta sísmica?
Y la alerta psíquica…
¿cómo se acalla?
#terremoto #México
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