Ni un silencio más, ni una voz menos

Solo silencio por aquellas que mueren en mi nombre,
solo silencio por aquellas que cayeron por mi vida,
solo silencio por aquellas que no tienen nombre,
ni voz, ni vida, ni rostro, ni alas, ni sonrisa.

Silencio por aquellas condenadas a él,
silencio por sus cuerpos y por sus heridas,
silencio por las víctimas y el dolor del crimen
del estado, del patriarcado y de la complicidad
de quién no es capaz de ver.

No, no, no quiero en tu rostro más lágrimas,
ni más silencio en nuestras calles.
No, ni una gota más de silencio en los días
ni un segundo más de soledad en tu nombre.

No estás sola, hermana, somos resistencia,
somos flor, somos fuego y seremos mares.
Desbordaremos los muros que te encierran
y partiremos las cadenas y los alambres,
que con golpes han desgarrado tu alma,
roto tu mirada y derramado tu sangre.
Sé fuerte, sé firme y vuela libre, vuela,
que no es amor, eso que pretende,
sino la mayor bestialidad, la de la guerra.
¡Vuela! Que no estás sola en nuestro enjambre,
que los pararemos y picaremos, compañera.

Mujer encarcelada por sus mentiras, levántate
que no hay nada de amor en su violencia,
que nos despertaremos en tormenta
frente a sus golpes y sus grilletes,
frente a sus palabras y sus cadenas,
juntas, mano a mano, frente a frente:
¡Ni un silencio más, ni una voz menos!

Mientras todo pasa y nada queda

Mientras la belleza lentamente se desvanece,
mientras cada hoja, cada planta y cada rama
lloran por una gota de agua.

Mientras cada una de las aves del cielo
guarda silencio para no espantar el recuerdo
de la lluvia que está por venir.

Mientras la sangre es el único arroyo que fluye
y la sombra la única luz que brilla.

Mientras nada tiene sentido, ni la razón ni la cordura.
Mientras las miradas no ven, los corazones no sienten
y las gargantas duermen.

Mientras las encinas mueren invisibles,
los arroyos secos gimen y el bosque pide clemencia.

Mientras los ojos humildes se secan
contemplando el océano de sus propias lágrimas,
a la vez que sus últimas lágrimas se deslizan
por su piel labrada.

Mientras la juventud duerme con corazones viejos
y decrépita cordura, las bocas ancianas hablan,
sin ser oídas, con más juventud en su melancolía
que pasión en nuestros jóvenes cuerpos.

Mientras todo pasa y nada queda,
nuestra tierra conserva empuje y fuerza
para florecer, brotar y dar sus frutos.
Por eso, os llamo flores, musas y poetas
y os invito a resistir frente a la sombra y a la muerte.
Yo os invito a la mayor de las locuras:
a la de enfrentarnos a la nada
en la que el mundo se va convirtiendo.

Mientras todo pasa y nada queda,
prometamos resistir,
incluso, cuando no haya motivos
para la esperanza.

Fotografía por Roca Roja.

Lo mejor de nuestro mundo: la buena gente

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Vivimos en un mundo condicionado por la violencia, sometido a la violencia e informado de la violencia, un mundo en el que la decepción y el temor parecen haberse adueñado de nuestros días y de nuestras noches.

El temor abarca un amplio abanico de causas que van desde las más cotidianas que afectan a la subsistencia diaria, hasta las de mayor o menor envergadura que acontecen cerca o lejos de nuestro entorno más próximo.

La sensación compartida por muchas personas es que parece que nada bueno ocurre en este mundo, que las buenas noticias no venden.

Se trata de buscar cambios que ayuden a sacar a flote lo mejor que tiene este mundo globalizado, injusto y violento, sí, pero también generoso y participativo. Todos somos protagonistas de su buena marcha, así que hagamos por contagiar a los demás, cada uno desde su particular ámbito, con lo mejor que cada uno tiene y con lo mejor de lo que en el mundo existe. Sin enmudecer. Sin paralizarse

Se acercan días especiales en los que los contrastes se agudizan como dagas que hieren en el corazón: la alegría frente a la tristeza, la abundancia frente a la pobreza, la paz frente la guerra, la salud frente a la enfermedad, el bullicio frente al silencio, la compañía frente a la soledad.  De nosotros depende que consigamos, desde nuestra generosidad y comprensión, minimizar estas situaciones.

Paz y bienestar para todos vosotros, amigos de este blog,  que es esencia de la fuerza y del arte de la  palabra. Paz y felicidad para cuantos llevan tiempo sin conocer el valor de estas palabras.

Isabel F. Bernaldo de Quirós

https://apalabrandolosdias.wordpress.com/2016/12/19/lo-mejor-de-nuestro-mundo-la-buena-gente/